lunes, 27 de octubre de 2014

“Huyó como sanguijuela por alcantarilla”: Claudia López

Por: Tomás Jiménez
Sabrán todos de quien hablo… ¿no? ¿Será que si cabe por una alcantarilla? Resulta ser, que como dice el ilustre y eterno liberar Horacio Serpa, no salió tan gallito de pelea. Aquel que señaló que se retiraba para presentar una denuncia en la Corte Suprema de Justicia sobre un supuesto nexo o apoyo de algunos canales de televisión con las FARC en relación con el debate; cuando dijo eso, me pregunté yo: ¿será que la Corte queda camino a su casa? Probablemente sí.

Por su parte parece que los de la mano firme y corazón grande llegaron a montar un circo, o por lo menos así lo dice Juan Fernando Cristo, que claramente sale en defensa de Juanpa, el mismo Juanpa de doña Mechas, y alega que Álvaro no respetó el debate como lo merece “no se puede venir a este debate, no escuchar al citante, salir, volver y convertir esto en un circo; en una estrategia que realmente afecta al Congreso y a su Comisión Segunda”. Le pregunta es la siguiente ¿respondió aquel honorable hombre las acusaciones lanzadas en su contra? Pues para Cristo las respuestas solo fueron una gran cortina de humo que lo único que hacía era confundir a la opinión pública; si preguntan por peras responde por peras no por limones.

Pero la esencia del debate no era aquel señor, o por lo menos no su nombre propio, cual estrella de Hollywood. Era precisamente la responsabilidad de sus actos en el pasado. Según el reporte del Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) durante el periodo en que Álvaro fue gobernador de Antioquia, entre el 95 y 97, se permitió que grupos paramilitares cometieran 936 asesinatos de civiles. Probablemente no fueron hechos con puño y letra del susodicho, pero quien quita que por omisión en el cumplimiento de sus funciones.

Esto se ha convertido en una bomba que cuando estalle generará un caos casi en la misma magnitud que Hiroshima; pero ojo, Las FARC no se han quedado atrás, creo que se cansaron de intentar asesinar al que de todos hablan, fueron 3 veces y no obstante, a pesar de ya no querer tenerlo en un cajón, darían su vida por verlo frente a una corte internacional pagar todos sus delitos.

Muchos consideramos que este debate era evidentemente necesario, la mitad de este país está en el derecho de conocer los actos de su alabado héroe, sean buenos o sean malos; y si alguien jura tener las pruebas que afirmen el hecho de que esos actos fueron malos pues bienvenido sea, o ¿no?

La verdad es que la cosa se calentó, los participantes del debate, en su mayoría coinciden en que el respeto no fue el invitado especial, y pues para que nos decimos mentiras: eso ya se sabía. Y probablemente nunca va a ser invitado pues hasta que alguno de los dos caiga el otro no estará feliz, y pues mejor acabar con la plaga y destapar las alcantarillas o ¿no?

Vender, robar, comprar y volver a vender

Por: Tomás Jiménez A. Que bogotano no conoce la Av. Jiménez con Caracas? Y el que no lo conozca nunca debería ir, o al menos dentro de lo necesario. El epicentro de la compra y venta de artículos robados de Bogotá, la ley de todos los días es: “Compro, vendo, robo, reparo y abro bandas” y para mal de colmos no lo dice cualquiera, lo dice un joven de escasos 15 años que apenas sabe de la vida, o quizás sabe demasiado.
Resulta ser entonces que se volvió el negocio más rentable, los ladrones llegan a ese lugar, venden a un precio muy bajo, los comerciantes reparan y venden a dos o tres veces el precio de compra, ¿Dónde está el pierde? En ningún lado, ¿entonces cual es la excusa para que lo dejen de hacer? Es que no es solo culpa de ellos, las personas van y compran porque consideran que es un ‘gangaso’ lo que no se dan cuenta es que puede ser víctima de ese invento, y así todo será siempre un circulo vicioso sin terminar. Vender, robar, comprar y volver a vender; han pensado ustedes por cuantas manos pudo haber pasado un objeto de esos..(?)
Pero el problema no termina ahí, si por un lado no está a policía corrupta que permita este tipo de negocio o que probablemente hace parte también, por el otro lado, como dice Juana Restrepo, periodista de KienyKe “El comandante que hoy patrulla por este sector del centro dice que los comerciantes reciben algún tipo de visitas de la Dian, que les incauta mercancía, pero a los pocos meses todo vuelve a ser igual, pues este tipo de embargos son esporádicos”
¿Existe solución para este problema? Es que tan grave se ha vuelto que ha dejado víctimas, y no una ni dos En un estudio realizado entre 7 mil personas, el 50 por ciento de los entrevistados dice que fueron despojados de sus celulares y la cosa sigue igual… Según la Encuesta de Percepción y Victimización de la Cámara de Comercio de Bogotá el hurto a personas es el delito más reportado por las víctimas con un 85% y los celulares siguen siendo los objetos más robados en la capital.
Los problemas no terminan y nos estamos cansando porque son más lo problemas que las soluciones; pero ¿Qué se puede hacer? Pues NO comprar cosas robadas, es tan sencillo como eso, si no existe la demanda no existe la oferta, básico principio de una economía. El problema es que las cosas se volvió internacional, roban aquí y venden allá; Ecuador, por ejemplo, es el destino de muchos de los artículos robados en el país según informes de la Policía Nacional. Muy bonito cambiar el café por cachivaches de segunda.
Las autoridades afirman que la falta de denuncias por parte de los ciudadanos dificulta el proceso de detección de este delito. Es paradójico por que la policía necesita ver el acto infraganti para poder hacer algo y en caso de que la víctima ponga el denuncio estoy seguro que el Sherlock Homes criollo no va a ir a investigar el delito. Además póngase a pensar, usted necesita pasar por el lugar donde lo robaron todos los días, el delincuente dura 24 horas en la UPJ y sale a chuzarlo, literalmente.

Es ahí donde el ser humano piensa que no vale la pena arriesgar su vida por un artículo por el que ha ahorrado infinitos días para comprarlo. Entonces la gente ya no quiere comprar cosas porque no vale la pena salir a la calle y que cualquiera llegue y se lo robe. Es triste hasta el punto en que hemos llegado; y los dejo porque estoy en la calle y de pronto me roban.

jueves, 23 de octubre de 2014

¿Cómo no amar a la Tv colombiana?

Por: Tomás Jiménez A. Cómo no amar la televisión si es la que nos saca de la tormentosa rutina diaria. ¿Qué sería de nosotros como país si conociéramos la realidad sin ningún filtro? Un desastre imagino yo. Recordamos con idolatría aquel suceso, casi símbolo patrio y único, del famosísimo partido de futbol durante la toma del Palacio de Justicia; alega Noemí Sanín, la Ministra de Comunicaciones de la época, que jamás hubo censura, óigase bien –jamás-  Lo que ella intentó fue evitar un nuevo Bogotazo lo cual todos los colombianos agradecemos encarecidamente y más los bogotanos.
El 13 de junio de 1954 de inauguró oficialmente la televisión colombiana. La empresa de la Televisión tenía unos ideales y principios claros que fueron formulados desde su carácter estatal. El gobierno en busca de herramientas para la divulgación cultural y la educación popular, encontró en la televisión el medio ideal que a su vez servía para difundir la imagen de las Fuerzas Armadas y el proyecto político de estas. Afortunadamente ese ideal de cultura y educación se mantiene hasta hoy en día.
Y es que si lo vemos desde la perspectiva social, familias con ocho o diez hijos es porque no tienen o tuvieron televisor, póngale la firma. Por eso hoy salgo a defender a la televisión a capa y espada. Arriba la televisión por una sociedad más ignorante y desinformada; seguramente las respuestas, como es común serán: -¡pero como! Si la televisión es la que nos informa todos los días. Pues resulta ser, mi querido tele-espectador, que esa información, que usted y yo consideramos tan valiosa, esta sesgada por unos intereses políticos que usted no conoce, ni yo. El problema sería que los conociéramos, nos tildarían de guerrilleros o paramilitares según diestra o siniestra corresponda.  
Cómo decía el famoso héroe colombiano Heriberto de la Calle, “Este país se escandaliza porque uno dice hijueputa en televisión, pero no se escandaliza cuando hay niños limpiando vidrios y pidiendo limosnas, eso sí no... eso es folklore”.
Nos preguntamos todos, ¿cuál es el proceso a seguir? Pues para ser sinceros mientras exista la corrupción, la manipulación política y económica de la información y la visión del periodismo como un ‘oficio’; la televisión seguirá llenándose de programas de farándula, que son extremadamente importantes, aprendernos a vestir de smoking en una sociedad donde el porcentaje de personas en condición de pobreza extrema es casi el 10% de la población.
No siendo más, y con mucho gusto, espero todos sigan mi campaña para la defensa de la televisión colombiana. Para no salir de la moda de hoy en día; y, como es costumbre escribir así; todos al hashtag #yodefiendoacapayespadalatelevisioncolombianaporquemeparecemuybuenaymegusta. No olvide escribir su nombre, apellido, dirección, teléfono y cualquier dato importante; pues en caso de algún reclamo ya se sabe dónde encontrarlo fácilmente para que no vuelva a decir una burrada de esas.
Afortunadamente nadie se le ha ocurrido decir nada para solucionar el tema; bendito sea mi Dios: que no nos van a cambiar esos dos canalitos como dice Omar Rincón, si nos ponen otro nos volvemos un rollo. Y es que nadie los entiende, compiten como fieras a ver quién muestra las mejores nalgas, pero ¡ay de que los toquen! Salen disparados con la EAU – Escuadron de abogados unidos.
Dije que me despedía y no me despedí, pues ahora sí; queden todos muy atentos por que la cosa televisiva seguirá… mo-vien-do-se.