viernes, 6 de septiembre de 2013





Paró la democracia



http://www.youtube.com/watch?v=EdgqJay18R0&feature=youtu.be


Amanece una vez más en la fría capital colombiana, como es costumbre un hombre enciende un cigarrillo y con su mano derecha sostiene un vaso de icopor con un líquido oscuro y a punto de hervir. El café, el mismo que los campesinos cultivan en los campos patrios. Ese mismo hombre camina a su trabajo disfrutando el café, mientras camina por la 7, entre la calle 5 y 4, sin saber que en ese momento, al frente de sus ojos pero detrás de una pared, cuyo nombre recuerda aquel histórico luchador que tradujo los derechos humanos, está el señor presidente Juan Manuel Santos diciendo “No vamos, óigase bien, que esto quede muy claro, no vamos a sentarnos a negociar nada en medio de un paro”.
Han pasado 18 días desde que empezó agosto y la tensión se siente en el ambiente, una delgada línea entre la calma y el desorden, un desorden que puede llegar a ser violento. Transportadores, movimientos campesinos y empleados del sector de la salud ratifican su intención y empieza el paro nacional agrario, en una Colombia que busca la paz en la habana, el presidente se pone nervioso, expertos aseguran que este paro podría complicar su reelección.
¿Por qué protestan? Pregunta un periodista a un anciano pero vigoroso protestante, su fisiología lo identifica claramente como un campesino, a decir verdad, todos se aglomeran detrás de él como dándole la vocería y el liderazgo.
-       Protestamos por la falta de cumplimiento de las promesas gubernamentales, referentes al apoyo económico y a la defensa de nuestros intereses sectoriales.
Ha pasado un día, continúa la tensa calma, apenas está iniciando la semana y parece que a medida que pasan los días, de manera coincidente, aumenta el paro. Es claro que la población no se encuentra en estado de bienestar, y para rematar, 6 días luego del inicio del paro campesino, nuestro señor presidente, si, nuestro, porque a pesar de todo fue elegido por voto popular, método que intenta engañar a los colombianos haciéndoles creer que en Colombia existe la democracia, se dirige al pueblo diciendo:
-       “El tal paro nacional no existe” “El paro no fue lo que esperábamos”
A veces pareciera que NUESTRO presidente, es lindo decir nuestro, hace sentir que somos parte de una democracia donde solo participa la oligarquía, le hiciera falta un asesor de comunicaciones, ¿sería correcto, señor presidente, decir eso en medio de una protesta, donde unos campesinos exigen el derecho de ser escuchados y con ese tono retador? Quiere decir que la democracia por medio de la cual fue elegido dejo de existir precisamente en el momento en que los campesinos quisieron hacer uso de ella.
Colombianos que llevan la bandera en su corazón, nacidos dentro de una soberanía creada por una nación ¿no merecen que el estado luche por su bien-estar?.  Dentro de una sociedad es cierto que cada persona cumple un rol específico, pensemos en el momento en que esa persona no pudiera cumplir con el rol que le corresponde, quiere decir que deja de ser productivo para la sociedad, en otras palabras un mantenido. El estado debe procurar darle la oportunidad a cada uno de los ciudadanos y no solo darle la oportunidad, garantizarle sentirse y verse útil, así mismo eso le traerá una remuneración y el nivel de vida de los ciudadanos aumentara, entre más ingresos, más poder de compra y más calidad de vida. ¿Por qué siempre el gobierno, y no solo este sino también los anteriores gobiernos, ponen los intereses políticos por encima del estado de bienestar del pueblo?.
Ya la tensa calma desapareció para convertirse en un tenso y preocupante conflicto interno, que desgraciadamente traería consigo violencia, heridos, muertos e indignados. Era jueves, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, y no porque lo hubiese visto en televisión, sino porque me tocó verlo de otra manera. Bogotá ardía en llamas de violencia, un pueblo cansado de los abusos y de no ser escuchado se revela. Durante la semana de ese jueves, todos los días en las noches, el pueblo salía a golpear sus cacerolas, hasta que el jueves, desde las 9 am cambiaron sus cacerolas por piedras, y empieza una triste guerra interna, me pregunto: si no hubiera pasado esto… ¿el gobierno les hubiera puesto atención… o seguirán con la frase de que el tal paro campesino no existe?
Las redes sociales estaban infestadas de denuncias de abusos policiacos, millones de estudiantes y ciudadanos perdían el respeto a los que sobre el papel son los que cuidan al pueblo, pero en ese momento eran los que herían al pueblo. En respuesta a la pregunta - ¿Señor agente su familia de donde es? ¿Apoya el paro nacional agrario?  El policía dice: lo siento señor, en esto no tenemos ni voz ni voto.
Son las 6 de la mañana y el presidente se prepara para hablarle a todos los colombianos, ¿porque tan temprano? Bueno, quizá eso no importa. Comienza a hablar el presidente, todos a la expectativa de una solución salida de los labios del mandatario de todos los colombianos. Extrañamente la alocución se desvía y al final, cualquiera que la escucho quedó en las mismas.
¿Cuál fue la solución? Bogotá militarizada con más de 50.000 hombres ¿Son los campesinos los delincuentes? Lo que le asusta al gobierno es la infiltración de la guerrilla en las marchas protestantes, cosa que ya fue denunciada en las protestas del Catatumbo pero que nunca fue comprobado. Instantáneamente la guerrilla dice: “apoyamos el paro nacional agrario”.
La opinión en nuestro país se divide, hay quienes invocan al ex presidente Alvaro Uribe Velez diciendo: “vuelve señor presidente, te necesitamos” y Uribe contrariando siempre las decisiones de Santos; que a propósito, a raíz del paro su imagen favorable decayó y llego a 72% la impresión negativa del presidente actual para los colombianos.
La percepción del país se encuentra en niveles muy bajos. El 82 por ciento considera que las cosas en Colombia están empeorando, y sólo el 17 por ciento cree que están mejorando. Una cifra similar no se presentaba desde el año de 1999, durante la administración de Andrés Pastrana.
Los colombianos se declaran preocupados porque según encuestas dicen que: está creciendo la corrupción (80%), empeora la economía (71%), también el desempleo (68%), empeora el problema de la guerrilla (64%), el del narcotráfico (48%), el costo de vida (81%), la inseguridad (81%).
Ahora, luego de 2 semanas de iniciado el paro, el gobierno reacciona y se sienta en la mesa de negociación con los representantes de los campesinos. Voceros de los pequeños agricultores del centro de Colombia aspiran a que en antes del fin de semana se selle un acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos, que hace malabarismos para conseguir recursos adicionales por al menos 1.000 millones de dólares y atender el próximo año las necesidades del sector agrario.
La protesta de los cultivadores iniciada el 19 de agosto, y a la que se sumaron otros sectores como los camioneros que transportan carga, no sólo ha derrumbado la popularidad del mandatario sino que además tiene a sus planificadores económicos en busca de fuentes de financiamiento para cubrir los diferentes compromisos adquiridos para 2014, un año de elecciones presidenciales.
Santos, que no ha comentado los resultados de las encuestas, debe anunciar en noviembre, el plazo máximo legal de seis meses antes de las elecciones presidenciales de mayo de 2014, si buscará o no un segundo gobierno.
Los campesinos y el Gobierno Nacional, reunidos en Tunja, lograron en la noche del miércoles los primeros acuerdos que permitirán dar protección a la producción agraria y levantar el Paro Nacional después de 17 días.
El Gobierno decretará salvaguardas frente a la importación actual y futura de productos como papa fresca y pre-cocida congelada, arveja, cebolla, fríjol, tomate, leche en polvo y queso de los países de Mercosur y la CAN, durante dos años.
Puede ser que la imagen decadente del presidente de la republica haya puyado y presionado para una negociación con los campesinos. ¿Será que hay intereses políticos de por medio? Porque lo que se sabe es que Santos buscará una reelección. Era necesaria esta movilización, el gremio agricultor, como sociedad civil, unida por una causa común, tuvo que hacer uso del derecho de manifestaciones para que se les sea suplido el estado de bienestar, de obligatorio cumplimiento por parte del gobierno. Que trajo unos diálogos y unos acuerdos pero que al final no sabemos si tiene intereses políticos, 2 meses más y esa pregunta se podrá responder.
Hoy puedo levantarme más tranquilo, pues el paro se levantó, al menos las carreteras ya no se encuentran bloqueadas. Pero todo está bastante caro, y bastante se queda corto. Afortunadamente para el gobierno la selección Colombia juega el viernes uno de sus partidos más importantes de cara a la clasificación al mundial Brasil 2014. Así como pasó el día de la toma del palacio de Justicia, la recordada orden que dio Noemí Sanín como Ministra de Comunicaciones durante el gobierno de Belisario Betancourt.