jueves, 4 de septiembre de 2014

Este 5 de septiembre me huele bien

Por: Tomás Jiménez Arcila

Qué casualidad, un día como hoy la histórica selección de la década de los noventa le anotaba 5 goles a la Argentina, que en esa época, se consideraba inderrotable. En ese entonces, héroes de la talla del ‘pibe’ Valderrama y Faustino Asprilla hacían gritar a millones de colombianos; y callar la boca de un tal Diego que decía que estábamos infinitamente inferiores.

Resulta ser entonces que veintiún años después Colombia tiene una gran batalla, que al final no le traerá ningún crédito, pero si limpiará el alma de muchos que tienen una espinita clavada. Un 4 de julio que jamás vamos a olvidar; aquel día en que 47 millones de colombianos gritamos un gol que fue anulado: el famosísimo gol de Yepes; y es que ¿Qué importa si estaba o no en fuera de lugar? Para Colombia va a quedar en la historia que si era gol de Yepes, y aquellas generaciones venideras conocerán esta historia de boca de sus padres o abuelos. Tan famosa puede llegar a hacer como aquel gol que eriza la piel de Rincón a los alemanes.

La prensa mundial lo ha llamado revancha; hay que decirlo enserio, los colombianos tienen ansias de venganza y victoria. Ahora con un tigre al frente las cosas no van a ser iguales. Afortunadamente al señor Carvalho no lo invitaron. Pekerman es el man, y con el contrato en el bolsillo recién desempacado será una nueva época para la selección que está llamada a ser protagonista. Serán cosas del destino que exactamente 21 años después, el mismo día del 5-0, la selección Colombia se enfrente al rival que ha dejado sangre en los ojos.

James no alborota el avispero, ni bobo que fuera, y muy tranquilamente va diciendo: “jugar contra Brasil es un partido más” ¡hágame el favor como les mete presión! Y a Brasil bien mal que le fue después de sacarnos la cartera sin permiso, ahora con técnico nuevo y solo 10 jugadores repiten de los que estuvieron ese día.
El día del partido Colombia va a bailar el ras tas tas! Perdamos o ganemos Colombia ama a su selección y la seguirá apoyando donde quiera que vaya y el día que juegue. Se extrañó a Falcao en el mundial, pero lo tenemos de nuevo, ahora vestido de un grande de Europa, de un diablo rojo; ese es otro que viene con sed de triunfo, de revancha y seguramente no va a dejar títere con cabeza.

La mancha amarilla se va a tomar las calles, y no son precisamente los taxistas. Así que si usted tiene su camiseta  bien doblada váyala desempolvando porque lo que se viene es harina y aguardiente. A pesar de tanto chicharrón en Colombia, la selección ha podido darle una alegría a este país que tanto lo necesita; y no es una excusa para dejar de pensar en las cosas trascendentales de la vida, simplemente es un motivo más para sentirnos parte de esta patrio y luchar por ella, pero lo más importante aún es la unión que genera.


Vamos a ver qué pasa, Brasil llega con un plantel renovado y no será nada fácil, no hay que caer en triunfalismos y confianzas. A pesar de toda la alegría los colombianos debemos poner los pies en la tierra y entender que es un partido amistoso.  Hagan fuerza, pero no tanta, porque la selección  Colombia desde Estados Unidos estará dejando todo por nosotros, allá lo acompañaran casi 77.000 espectadores; aquí aunque sea desde una pantalla, los acompañara el rolo, el paisa, el costeño, valluno, boyacense, santandereano, pastuso etc… ¡Todos vestidos de amarillo, azul y rojo!

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